Retorno al pasado: César Sebastián presenta su novela gráfica «Ronson»

Interior de «Ronson», César Sebastián. Autsaider Cómics, 2023

 
César Sebastián, autor de la novela gráfica Ronson (Autsaider Cómics, 2023), cuenta en exclusiva para Pliego Suelto los detalles y entresijos de su creación. Ronson es un tebeo neorrealista que reconstruye la infancia de pueblo de la España interior y vacía de hace sesenta años.

Cuando pienso en la génesis de Ronson me viene a la mente la imagen de mi padre en el salón de nuestra casa del pueblo una tarde de Semana Santa. Está de pie en mitad de la estancia, esforzándose en relatar algo acontecido en el mismo pueblo, en su ya lejana infancia, ilustrándolo con gestos y movimientos donde las palabras no le alcanzan.

César Sebastián, 2023

Afuera, en la plaza, está anocheciendo, pero enfrascados en la conversación hemos olvidado encender la luz, así que yo contemplo la fosca silueta de mi padre gesticular a contraluz, acompañada por el ocasional tañido de las campanas de la iglesia. Para entonces yo ya me había decidido seriamente a materializar Ronson, y mi teléfono móvil llevaba un buen rato grabando la conversación.

Hacía tiempo que había considerado la idea de dibujar un cómic inspirándome en todas esas historias que mi padre me contaba sobre su infancia y adolescencia transcurridas en Sinarcas, un pequeño pueblo del interior de Valencia lindero con la provincia de Cuenca, del que proviene mi familia paterna.

La telaraña de la memoria

Aquellos evocadores relatos evidenciaban su extraordinaria memoria para los detalles y producían en mí sensaciones intensas. Pero, ¿qué forma habría de tener este hipotético tebeo?

No me creía lo suficientemente maduro todavía para afrontar este reto. Me sentía intimidado ante la posibilidad de no hacerle justicia y arruinar esta oportunidad.

Me engañé a mí mismo pensando que podría dibujar un cómic más convencional en su lugar y que, con lo aprendido, sería capaz de llevar a buen puerto este proyecto. Finalmente tuve que asumir que la única manera de comprometerme de verdad con una historia es sentir la urgencia de contarla, y este era el caso.

Autorretrato del autor

Al transcribir las grabaciones me asombré al observar la telaraña que dibuja la memoria sobre el papel. Acostumbrado a consumir historias más o menos lineales, basadas en una sucesión de acontecimientos ordenados de forma deliberada con fines dramáticos, estos relatos de mi padre se me antojaban caóticamente digresivos, pero también entrañables y auténticos.

Descarté la idea de embutir todas estas anécdotas, descripciones y semblanzas en una trama convencional, que habría desvirtuado su esencia. No necesitaba esa coartada, y decidí que Ronson discurriría de una forma similar a la que lo hacen la memoria y la vida, que ni tienen trama ni la necesitan.

Narrar es, no obstante, seleccionar, ordenar el caos de la realidad. Pronto me di cuenta de que tendría que rellenar los huecos que deja el olvido, transcribir con precisión las borrosas imágenes que a veces dibuja la memoria e imponer una cierta disposición para que estas historias permeasen en el lector.

Cuando narramos nuestros recuerdos, ¿acaso no recreamos, fabulamos, rellenamos también? A mi juicio, la frontera entre la realidad y la ficción no está tan clara.

En el momento en que narramos lo percibido, o más si cabe lo recordado o sentido, inevitablemente lo transmutamos en algo distinto. Por ello elegí la maleabilidad de la ficción como vehículo para trazar mi historia.

El estilo visual de Ronson

«Ronson», 2023

El dibujo, más incluso que la escritura, es el arte de lo concreto. Hay algo mágico en ser capaz de generar una poderosa respuesta emocional a partir de unos sencillos pero precisos trazos de tinta sobre un papel.

Quería preservar esa magia íntima y primigenia que siempre han tenido los cómics, de forma que cada línea que el lector vea impresa sobre la página –incluidos los mismos textos– sea fruto de mi esmerado trazo.

Un ocre verdoso, parecido al que tiñe los campos que rodean a mi pueblo, complementa el dibujo ayudándolo a evocar aquellos paisajes.

Mi estilo de dibujo, naturalista y de línea clara, y la arquitectura de mis páginas, definida por una retícula regular, ocultan discretamente mi presencia, dejando que el narrador tome todo el protagonismo y que el mensaje llegue con claridad al lector.

Un monumento a la infancia

Ronson, maravillosamente editado por Autsaider Cómics, explora en definitiva la memoria sentimental de un hombre maduro que se crió en una de tantas regiones deshabitadas y remotas de España.

Su testimonio pretende ser simultáneamente, como son a menudo los recuerdos, brumoso como una ensoñación y específico como un documental, y destila una mezcla de nostalgia, ironía, melancolía y ternura.

Un monumento a la infancia que desmenuza algunos de los entresijos de la sociedad rural en el franquismo, con todos sus engranajes y claroscuros.
 

Sobre el autor
Dibujante, ilustrador y docente, residente en Valencia (España). Se graduó en la Escuela de Bellas Artes San Carlos de la Universidad Politécnica de Valencia. Como ilustrador, ha creado arte para portadas de libros, carteles, guiones gráficos, publicidad y libros de texto. También es el diseñador habitual de portadas de «El Nadir Gráfica» , un sello editorial español especializado en historietas históricas y obras de arte. Como dibujante, su trabajo ha aparecido en varios cómics y antologías. @cesarsebastiandiaz
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