
Fragmento de «El maldito check azul de WhatsApp«, S Moda
Laura Pacheco (Almería, 1984) inició su carrera como ilustradora a través del webcómic Let’s Pacheco y, después, dio el salto al papel con éxito. Charlamos sobre su último trabajo Problemas del primer mundo (Lumen, 2014), una recopilación de viñetas cargadas de ironía sobre situaciones cotidianas y realistas que le ocurren, sobre todo, a las mujeres de pie en la España de hoy. La autora también ha publicado Una semana en familia (2011) y Señor Pacheco: agente secreto (2013), en la editorial ¡Caramba! Además, colabora con el suplemento S Moda de El País.
Has estudiado Bellas Artes y te has dedicado al mundo de la restauración de obras de arte, ¿cómo nace tu interés por el cómic?
El interés vino desde pequeña, como supongo que es habitual en esto del cómic y la ilustración. Me pasaba todo el rato dibujando y de adolescente soñaba con ser dibujante profesional. Sin embargo, cuando entré en la facultad de Bellas Artes, dejé de lado la idea y los cómics. Fue cuando me quedé sin trabajo como restauradora cuando volví a leerlos y dibujarlos.
¿Cuáles son los autores nacionales e internacionales que más han influido en tu trabajo?
Cuando era pequeña leía mucho manga, y creo que dejó marcado para siempre mi estilo de dibujo. Cuando comencé con el blog de Let’s Pacheco, leía mucho a Kate Beaton, Marjane Satrapi y Paco Roca, por citar a un autor español. Ahora intento leer mucho cómic para estar al día, pero intento no dejarme influir directamente por lo que leo. Creo que las influencias venidas de otros campos, como la literatura y el cine, enriquecen más mi trabajo.
En anteriores ocasiones, las Pacheco & Pacheco (tú y tu hermana Carmen) habéis trabajado conjuntamente, tú con la ilustración y Carmen con los guiones. ¿Te planteas las historietas de la misma manera en ambos casos?
Para nada, el proceso de trabajo es totalmente distinto. Cuando trabajamos juntas, mi hermana primero comparte conmigo un archivo con varias ideas escritas. En los guiones aparecen los diálogos definitivos y una descripción de lo que ocurre, así que yo le envío un boceto con la estructura de las viñetas y lo que se vería en cada una. Dependiendo de lo clara que tengamos la idea, y de si se trata de una serie donde el estilo de dibujo ya está previamente decidido, nos cruzamos más o menos emails y bocetos. Es bastante organizado.
Cuando trabajo sola, el proceso es mucho más caótico. A veces se me ocurre una idea y sé lo que ocurre en cada viñeta. Otras, no tengo la menor idea, pero sé lo que quiero contar.
Mi hermana y yo compartimos muchos referentes y a veces parece que compartimos el mismo cerebro, lo que facilita mucho el trabajo y ponernos de acuerdo. El mayor problema es que vivimos en ciudades distintas, lo que dificulta la comunicación y lo ralentiza todo.
¿Cómo fue el salto del webcómic al cómic en papel?
Pues, sobre todo, muy rápido. Aún no tenía claro qué quería hacer con mi vida cuando empecé el webcómic. Y aún no me había dado cuenta de que podía dedicarme profesionalmente al cómic, cuando se me presentó la oportunidad de publicar en papel. Por suerte, fui capaz de darme cuenta de lo que estaba pasando a tiempo para llevarlo todo a cabo, lo que resultó muy estresante al principio, pero muy satisfactorio al final.
Problemas del primer mundo se inició como parte del suplemento de moda de El País y, finalmente, se ha convertido recientemente en libro. ¿El soporte afecta tu manera de plantear cada viñeta?
Problemas del primer mundo se creó desde el principio para publicarse en S Moda. Y Divas de diván, la serie que mi hermana escribía y yo dibujaba, era parte del webcómic Let’s Pacheco y luego pasó a publicarse también en esa revista. Por suerte, al tratarse de un soporte digital, no hubo muchos cambios. En el caso de Divas.., cambié del lápiz a la tinta porque esta encajaba mejor con la estética del suplemento.
El salto al papel es el que exige más cambios. Hay que tener en cuenta aspectos técnicos de color y resolución. Desde el principio me planteé un formato con un tamaño fijo para Problemas del primer mundo, lo que ha facilitado mucho su adaptación al papel. Cuando te sientes libre de elegir un tamaño diferente cada vez, porque el formato de la web te lo permite, es genial, pero si luego quieres adaptar eso al papel, empiezan los problemas. Por suerte existen muchos editores y maquetadores que son unos magos de los formatos.
Después del gran protagonismo en tus cómics anteriores del señor Pacheco, en Problemas del primer mundo tu mirada se centra más en el punto de vista femenino. ¿Por qué esta elección?
La intención era seguir la línea del suplemento S Moda, que, a menudo, trata temas sobre belleza y moda desde el punto de vista femenino. Sin embargo, la mayoría de las tiras hablan de situaciones en las que cualquiera puede sentirse identificado.
Tus tiras son una especie de oda a nuestra cotidianidad con estos problemillas que se cuelan en el día a día. ¿Te basas en experiencias reales?
Muchas de las situaciones están basadas en mi propia experiencia o en la de la gente que me rodea, pero otras muchas también son inventadas. Situaciones que alguna vez he temido que se cumplieran o que simplemente me hacían mucha gracia.
De hecho, en el título mismo se percibe la ironía y el humor encerrados en el cómic al especificar que los problemas expuestos son del primer mundo. ¿Cómo dirías que son esos problemas?
Creo que a menudo nos inventamos problemas que no tenemos y nos dejamos agobiar mucho por ellos. Probablemente, si tienes problemas de verdad, verás con más claridad el absurdo de estas situaciones. Creo que es divertido cuando nos damos cuenta de que hemos convertido en un verdadero drama algo que en realidad no tiene tanta importancia.
Problemas del primer mundo es una recopilación de material publicado previamente, pero también de trabajos inéditos. ¿Cómo ha sido el proceso de selección y de creación de nuevos materiales?
Mis benditas editoras fueron quienes se encargaron de hacer la selección y propusieron ordenar las tiras por temas, lo que me pareció una buena idea. Una vez hecha la selección, me dediqué al material inédito, teniendo en cuenta los temas y compensando los que contaban con menos tiras. Así se mataban dos pájaros de un tiro, haciendo más atractivo el libro, con una estructura más redonda.
Cada página encierra una historia diferente, por lo que es muy cómodo de leer sin perder ningún matiz. ¿Por qué has escogido, sobre todo en las nuevas tiras, condensar tus historias?
Las historietas autoconclusivas facilitan su lectura y también funcionan mejor para el humor. En una historia más larga, hacer varios gags seguidos del tipo de Problemas del primer mundo resultaría repetitivo. Sin embargo, en las tiras inéditas podía contar con que el lector dispondría detodas las tiras juntas de una vez y no tendría por qué perderse detalles. Las tiras aún así son autoconclusivas y funcionan de manera independiente, pero podía permitirme introducir personajes nuevos, profundizar un poco más sobre los personajes conocidos y realizar paralelismos entre varias tiras.
¿Cómo ves el futuro de tus historias? ¿Crees que vas a seguir con la cotidianidad o volver tu mirada hacia la ficcionalización como en tu Señor Pacheco: agente secreto?
Me gustaría alternar ambos temas. Creo que el tema de los Problemas del primer mundo es infinito y es interesante ir aplicándolo a cada nuevo avance tecnológico que se cuela en nuestro día a día. Pero echo de menos dibujar situaciones menos realistas. Es mucho más divertido, aunque también más complicado, dibujar escenas de acción.
Creo que estás preparando un nuevo libro, ¿nos podrías contar un poco de él?
Es un libro de Divas de diván, la otra serie publicada en S Moda, que guionizaba mi hermana Carmen. Las dos echábamos de menos la serie. ¡Así que hemos cogido el proyecto con muchas ganas!